El diseño artístico de un espacio interior consigue transmitir una idea vívida del resultado final del proyecto realizado. Este es, precisamente, el rol del ilustrador de proyectos, un profesional creativo que representa visualmente los entornos según las directrices y los conceptos definidos por el equipo de diseño.
Las responsabilidades del ilustrador se centran en representar lo mejor posible los proyectos. Este profesional se encarga de realizar bocetos a mano alzada, ilustraciones digitales y renderizados 3D. Igualmente importante es su contribución a la hora de comunicar visualmente el concepto de diseño a los demás miembros del equipo, a los clientes y a las partes interesadas, momento crucial para que todos entiendan el proyecto y para facilitar la toma de decisiones. En una fase inicial, se puede pedir a esta figura que colabore con diseñadores de interiores, arquitectos y otros profesionales para desarrollar soluciones creativas y pulir los detalles del diseño.
Para representar visualmente un proyecto de interiorismo es necesario saber interpretar los conceptos y recrearlos con imágenes sugerentes. A continuación, se presentan las competencias de este profesional.
Los fundamentos teóricos y las habilidades prácticas para abordar una carrera profesional como ilustrador de proyectos se pueden adquirir a través de un amplio programa formativo, como el Bienio Especializado en Diseño de Interiores. En NABA, los estudiantes adquieren un perfil sólido en lo que respecta al diseño y logran dominar las técnicas de modelado y renderizado de interiores. La historia del diseño y del arte se explora en profundidad para transmitir el marco de referencias culturales y estéticas en el que se sitúa la disciplina. Además, el estudiante aprende habilidades operativas de diseño visual, expresión gráfica y fotográfica, producción de documentos multimedia y representación digital de espacios interiores.