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Cómo llegar a ser
Colorista
¿Cómo llegar a ser Colorista?
Detrás de cada imagen −ya sea digital o analógica, para la imprenta o en pantalla− está el trabajo de un equipo de profesionales creativos. Una de las figuras que contribuyen a la realización de un producto visual es el colorista: un experto en la manipulación y la aplicación de los colores. En las últimas décadas, su papel y las herramientas que emplea han evolucionado enormemente. Lo que nunca cambia, sin embargo, es su objetivo: dar vida a una atmósfera expresiva y transmitir sensaciones claras a través de un uso consciente de las diferentes tonalidades.
¿Qué hace un Colorista?
Cine, televisión, fotografía, producción de vídeos: el colorista es un profesional que colabora en una gran variedad de sectores y participa en casi todas las fases de trabajo que llevan a la producción de un objeto visual. Sus competencias son necesarias tanto en la consultoría previa como en la posproducción de la imagen. Las fases de trabajo propiamente dichas comienzan con la preproducción y la planificación del aspecto visual deseado del proyecto. En esta etapa, el colorista se relaciona con el director de cine, de la fotografía y los demás miembros del equipo creativo para comprender cuál es la visión global del proyecto y establecer unas pautas para la corrección del color. Es precisamente en esta fase cuando se aportan los ajustes básicos de los niveles de luminosidad, contraste, balance y corrección de las tonalidades, tanto de forma genérica como selectiva (en partes específicas de la imagen). El momento crucial y más creativo es el de la estilización y gradación, que tiene el objetivo de definir un estilo visual único y característico para una imagen o el proyecto entero. El profesional crea una paleta de colores específica, en la que puede aplicar efectos especiales o emplear filtros. La última fase es la revisión del trabajo, atendiendo también las valoraciones del equipo.
¿Qué competencias debe tener un Colorista?
En la profesionalidad de un buen colorista se entrelazan habilidades técnicas, sensibilidad artística y capacidades comunicativas. Sus competencias deben basarse en un excelente conocimiento de la teoría del color, de los principios de contraste y armonía y del simbolismo de los tonos.
- Competencias técnicas: profundo conocimiento de los programas para la corrección del color, como DaVinci Resolve, Adobe Premiere Pro, Final Cut Pro, Autodesk Flame y Avid Media Composer.
- Sensibilidad visual: pensamiento creativo y capacidad de visualizar el aspecto final deseado de una imagen, capacidad de interpretar la visión del director o del cliente.
- Dotes comunicativas: capacidad de colaborar con directores de cine, directores de la fotografía y los demás profesionales de la imagen, comunicando de forma efectiva.
¿Cómo llegar a ser Colorista?
Para llegar a trabajar como colorista, es imprescindible disponer de todas las competencias técnicas y teóricas que acabamos de mencionar. Un recorrido formativo estructurado ayuda a adquirir los fundamentos de la teoría del color, la capacidad de analizar e interpretar las diferentes tonalidades y su impacto visual, y las competencias para emplear los programas informáticos. NABA profundiza estos aspectos a lo largo del Grado en Tecnologías Creativas, un curso en el que los estudiantes aprenden a emplear las tecnologías digitales más novedosas.
