Cine, entretenimiento, publicidad, videojuegos: estos son los sectores principales en los que el artista 3D desenvuelve un papel fundamental. Debido a la presencia masiva de las tecnologías digitales y a su rápido desarrollo, sin embargo, este profesional es cada vez más importante también en el mundo de la arquitectura, del diseño y en otras áreas. Su principal responsabilidad es la realización de proyectos gráficos tridimensionales, con modelos, texturas, animaciones y efectos especiales que se aplican a imágenes y ambientes virtuales.
Como acabamos de explicar, un artista 3D puede trabajar en varios sectores y, por ende, sus tareas varían según la industria en la que obra. A pesar de esto, algunas de ellas son parecidas en todos los sectores. La primera es, sin lugar a dudas, la creación de modelos 3D, ya sea de objetos, personajes, ambientes u otros elementos gráficos. Estos pueden caracterizarse con texturas y colores y ser animados para crear secuencias de movimiento fluidas y realísticas. Este profesional también maneja los efectos visuales y especiales, cada vez más sofisticados, que se emplean para crear ambientes fascinantes y de ensueño, o bien disruptivos y espectaculares, según las características del proyecto. A través de las operaciones de renderizado e iluminación también se perfeccionan otros detalles, como la iluminación de las escenas y los reflejos.
Un artista 3D se encarga, por tanto, de varias actividades que conciernen la creación de objetos en tres dimensiones. Para hacerlo, es necesario tener competencias técnicas, creatividad y predisposición al trabajo en equipo. Una sólida base artística es crucial para comprender los principios de la perspectiva, el color y la composición.
Desarrollo de conceptos: visión creativa y capacidad de traducir las ideas en imágenes y modelos tridimensionales.
Modelación: conocimiento de programas de 3D como Maya, 3ds Max o Blender y de programas de renderizado como V-Ray o Arnold.
Optimización: capacidad de individuar y resolver los problemas técnicos que pueden surgir a lo largo del proceso de creación en 3D.
Para desarrollar un concepto y crear objetos gráficos en tres dimensiones, es fundamental aprender a utilizar los programas informáticos adecuados. En NABA estas competencias se adquieren a lo largo del Grado en Tecnologías Creativas (link), en concreto, a través de la especialidad en Efectos visuales y 3D. En el curso se abordan los lenguajes, la técnicas y tecnologías empleadas tanto en producciones independientes como en la industria del entretenimiento digital global. Además, se dedican muchas horas a la práctica y a la experimentación de las técnicas de modelado, texturizado y animación.